SALTO, Enero 28 (Por Valeria Vizzón, de la redacción de www.SaltoCiudad.com) En el octavo aniversario de la Masacre de Pompeya, atentaron contra la casa de Fernando Carrera.
A las 3.30 de la madrugada del 25 de enero, Fernando y su familia despertaron con una explosión. Alguien había tirado una molotov en su vivienda en la localidad bonaerense de San Miguel, y en el portón habían escrito “contale a Garré, puto”, y dibujado un ataúd con una cruz. De esta manera, la pesadilla de Carrera, que vivió en Salto y tiene su familia en nuestra ciudad, no termina.
Atentado
En diálogo exclusivo con SaltoCiudad, Carrera señaló “esta es la primera amenaza que recibimos en lo personal, pretendemos que sea la última”. En cuanto a los responsables dijo “a alguien no le gusta mi liberación y seguramente está relacionado con la apertura de la investigación contra los policías federales que ‘armaron’ la causa”. Respecto a la mención a la Ministra de Seguridad Nilda Garré dijo “fue la primera funcionaria en interesarse en el tema y ordenó un sumario”.
Carrera explicó que el Ministerio de Seguridad envió un patrullero de gendarmería que está cuidando su vivienda pero que la idea es hoy, lunes 28 de enero, mantener una entrevista con Garré para pedirle seguridad para la familia, no solo para la vivienda. En este sentido dijo “si bien la seguridad para la casa es necesaria, la idea es que la seguridad sea para protegernos a nosotros”.
La causa
En cuanto al estado de la causa, Carrera señaló “la debe tratar la Sala Tercera de la Cámara Nacional de Casación Penal, la misma que en su momento confirmó mi condena por 30 años. Los jueces no serán los mismos, solamente resta esperar la resolución, no tienen ningún plazo preestablecido ni ninguna instancia que marque los tiempos”.
Visita a Salto
“Yo tengo que informar al Tribunal cada vez que hago un movimiento, la restricción es para salir de la provincia de Buenos Aires. Tengo mis padres en Salto, y debo una visita para agradecer al pueblo todo el apoyo que me brindó cuando se hizo la convocatoria en la plaza, y las cartas que me enviaron. Es una deuda pendiente, lo que pasa es que cada vez que comienzo a estabilizar mi vida, pasan cosas como estas, y la pesadilla no termina. Con mi padre tengo contacto permanente”. (www.SaltoCiudad.com)