SALTO, Noviembre 09 (Por Valeria Vizzón, especial para www.SaltoCiudad.com) “Quiero expresar mi descontento con la política de este Gobierno. Me parece que se le saca mucho a la gente que labura, y se le da muy poca respuesta a lo que necesita. No se trata de que se vaya ningún Gobierno porque para eso están las urnas pero me parece que cuando uno tiene ganas de expresarlo debe hacerlo. Es importante que la gente se manifieste, no es contra de nadie, es importante que las fuerzas políticas escuchen a la gente”, señaló uno de los caceroleros a SaltoCiudad, y sintetizó de esa manera algunas de las razones por las que se acercó a la plaza San Martín en la noche del jueves.
Los primeros manifestantes llegaron después de las 20, algunos con banderas, varios con cacerolas, y de a poco comenzaron a expresarse. Casi no se escucharon cantos, solamente algunos al final cuando las más de 200 personas decidieron cortar la calle Buenos Aires, y muchos cantaron “No tenemos miedo” y muy pocos “Que se vaya”.
“Por la corrupción, la inseguridad, por las mentiras que dice el gobierno”, señaló otra de las personas que se acercaron a la plaza y que ya lo había hecho el 13 de septiembre. Y otra agregó: “está en riesgo la división de poderes, no a la re-reelección” y siguió aplaudiendo. De esta manera, en forma pacífica, se juntaron más de doscientas personas en plaza San Martín, ciudadanos de clase media y media alta, jóvenes y adultos –algunos de ellos con sus hijos-; la mayoría sin identificación política, algunos pertenecientes a la Unión Cívica Radical, y otros a la Coalición Cívica.
En tanto, Salto como tantas ciudades a lo largo de lo ancho del país, se sumó a este cacerolazo, un cacerolazo que deberán escuchar tanto las autoridades del actual gobierno como los referentes de la oposición. Una parte importante de la ciudadanía no se siente representada, y decidió en su legítimo derecho salir a protestar. (www.SaltoCiudad.com)