Solicitada

Vetemos la indiferencia

La palabra ”veto” procede del latín (yo vedo o  prohíbo). Es una atribución que tiene el Departamento Ejecutivo para ser utilizada en casos extraordinarios cuando una norma (ley, ordenanza, etc.) al entrar en vigencia, atenta contra el bien común. Sin embargo la Gestión Ejecutiva Municipal está ignorando la labor y función parlamentaria al tomar decisiones que no le corresponden.

Este hecho se viene denunciando sistemáticamente en las Sesiones del Concejo, pero parece que nadie escucha.

Hace pocos días el Honorable Concejo Deliberante de Salto aprobó por mayoría, que un 2% del Presupuesto del año próximo sea utilizado según la decisión adoptada por participación ciudadana directa. Dicho de otra manera: que un millón y medio de pesos se destinen a obras elegidas directamente por los vecinos, que conocen la idiosincrasia de su propio barrio.

Hoy por circunstancias bien conocidas el ex Concejal y actual Intendente Oscar Brasca se arroga el derecho, a través del veto, de quitar a los vecinos esta suma de dinero que sus representantes (los Concejales) decidieron otorgarles.

El Concejo Deliberante, un cuerpo que delibera (discute, analiza, negocia, consulta) representando los intereses del pueblo, se encuentra virtualmente anulado por el VETO de una persona (el Intendente) que sin fundamentos convincentes decide hacer lo que  le plazca.

La democracia ha invertido mucho esfuerzo para consolidarse en el país, como para que actitudes prepotentes y extorsivas, la limiten.

La ambigüedad del discurso oficial dice cuando ganan: “No subestimen al pueblo que sabe elegir”, y cuando pierde, transforma su discurso diciendo: “yo el amo debo decir dónde y  qué se debe hacer”, menospreciando al pueblo al ignorar a sus representantes o llamándolos sólo a participar en la aprobación de sus decisiones.

Los que gobiernan saben que nada pasa. Que pueden vetar y disponer de fondos con tranquilidad, porque una sociedad anestesiada no se interesa por la cosa pública.

La democracia es consenso y disenso, es la búsqueda del bienestar general (el Concejo Deliberante es una herramienta de ello), pero nunca es verticalismo (para eso experimentamos con la dictadura y así nos fue).

Señores conciudadanos: nos parece que llegó la hora de hacerse cargo. Una vez más llamamos a la reflexión y al razonamiento, y apelamos al pueblo para que piense su voto. Lo que está en juego es mantener la pluralidad en el Recinto del Concejo Deliberante.

Sin tener la mayoría, este gobierno está desconociendo las opiniones del pueblo y no respeta los procedimientos administrativos de proponer mediante proyectos y mejorarlos con el debate.

Se ha preguntado Ud., cómo se va a comportar el Ejecutivo si logra mayoría en el recinto legislativo el 23 de octubre.

Defienda el derecho de opinar manteniendo la diversidad en el Concejo.

Señor vecino: usted decide qué Concejales quiere.

 

                                          ARI-Coalición Cívica

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