SALTO, Abril 17 (www.SaltoCiudad.com.ar) Camiones apostados frente al Municipio tirando la basura de toda la ciudad en plena calle, humo negro al estilo piquete del Conurbano bonaerense y decenas de trabajadores haciendo sus reclamamos, fueron el escenario que vivió Salto tras tantas idas y vueltas en el marco del conflicto entre funcionarios municipales y parte de los empleados de la comuna.
Este lamentable hecho, el cual quedará en la historia de la ciudad, se dio luego de que el intendente diera la orden a la gente que trabaja en la planta de residuos sólidos urbanos que recoja la basura de las calles ya que los trabajadores que estaban de paro no lo iban a hacer.
Al enterarse, los manifestantes, encabezados por el Sindicato de Trabajadores Municipales, fueron a tratar de frenar esta orden, lo que generó desmanes en la planta antes mencionada, desatando la ira de los obreros municipales.
Estos decidieron recolectar la basura, pero no la llevaron al lugar indicado, optaron por arrojarla en la puerta misma del Municipio demostrándole al intendente que redoblarían la apuesta.
“No vamos a parar hasta que se solucione la situación de nuestros compañeros, no podemos permitir que nos sigan mintiendo en la cara. Si ellos duplican la apuesta nosotros la triplicaremos, le vamos a hacer notar que estamos unidos y que somos capaces de ir hasta las últimas consecuencias”, sentenció Jorge Anobile, secretario general del gremio de los trabajadores municipales.
Ante este hecho, el Ejecutivo se vio anonadado. Las calles eran un desastre, el humo invadía todo el radio céntrico de la ciudad, lo que obligó al intendente, en forma urgente, a tratar de negociar de alguna manera con los protestantes.
Se desarrollaron varios encuentros hasta que se llegó a una especie de acuerdo, se firmó entre las partes una conciliación obligatoria. En ella el Municipio pidió el cese urgente de esta medida de fuerza comprometiéndose a realizar una exhaustiva investigación ante las denuncias realizadas, como así también el resguardo de los puestos de trabajo de cada uno de los empleados manifestantes.
“El paro comenzó con una denuncia por parte de los empleados de servicios sanitarios y desencadenó en este desastre. Nosotros como ya dijimos vamos a ir a fondo con la investigación correspondiente para dar con la verdad. No nos gusta esta situación ni la esperábamos. Se firmó una conciliación obligatoria con los empleados donde quedó rubricado el compromiso de ambas partes”, explicó el intendente Oscar Brasca a la prensa.
De este modo, Salto volvió a la normalidad pero algo quedó de todo esto. Después de esta medida parecería que hay un antes y un después, se tomó prácticamente el municipio y eso no pasó desapercibido. Muchos serán los que verán de diferente manera estos acontecimientos. Esperemos que no se siga este ejemplo…(www.SaltoCiudad.com.ar)