SALTO, Febrero 11 (Por Ruben Morello, especial para SaltoCiudad.com) Con la aprehensión del motociclista que acompañado de un cómplice se dedicaban a arrebatar carteras y bolsos creíamos que se había acabado ese tipo de delitos.
La policía secuestra la moto y los manda la sede judicial de Mercedes, donde son indagados por el Agente Fiscal de turno y son preservados sus derechos por un juez de garantías.
De acuerdo a lo que marca la ley le dan una palmadita y les dicen portáte bien y están de vuelta en Salto antes que los policías que los llevaron a Mercedes.
Basta de impunidad. Porque, oh casualidad, dos días más tarde, a medianoche de este martes 9 de febrero, dos individuos, a cara descubierta, en una moto negra, en calle Suipacha y Belgrano asaltan a una joven que iba hacia el centro llevando un bolso en bandolera arrebatándolo en forma violenta, asestándole además un golpe de puño en la cabeza que le provoca la caída.
¿Dónde estaba la justicia? Quién protege a la víctima de tan brutal trato con un asalto a cara descubierta, siendo reconocidos por unos menores que los ven a pocos metros, a los cuales la policía no les toma indagación por su condición de menores.
Que hacemos señor Fiscal ¿Mucho trabajo? Y Usted señor Juez de Garantías cuándo va a garantizar la seguridad de las personas decentes.
El hecho ocurrió este martes minutos antes de las 24 horas, en circunstancias en que Lucía Danura, de 21 años se dirige en bicicleta por calle Suipacha en el sentido de circulación, metros antes de llegar a la intersección con calle Belgrano, siente que se acerca velozmente una moto y la toman del bolso que llevaba en bandolera.
Como no pueden quitárselo en el primer intento le aplican un golpe de puño en la cabeza provocando su caída con la bicicleta y tironeando logran romper las argollas que sostenían la correa llevándose el bolso, color bordó, con flores dibujadas, de plástico simil cuero, conteniendo diversos objetos, destacando que llevaba un celular, con el cargador y auriculares, documentos, una billetera con 50 pesos en efectivo, elementos de maquillajes y varias llaves.
La víctima, acompañada de su progenitor hace la denuncia un par de horas más tarde, iniciándose una causa judicial por robo dándole intervención a la Unidad Funcional de Turno del Departamento Judicial Mercedes.
El análisis profundo de este acontecimiento pone una vez más en el tapete el tema de la inseguridad. ¿Podrán las personas decentes seguir circulando libremente por las calles de nuestra ciudad? Y no hablamos de barrios alejados, sino de varios puntos céntricos.
¿O deberemos pedir custodia policial para mandar a nuestras hijas a las casa de sus amigas? Hemos llegado a una situación límite y hasta nuestra mesa de trabajo llegan quejas por las circunstancias que nos toca vivir.
Y esta “modita” del arrebato ya está yendo demasiado lejos. ¿Que esperamos, que haya que lamentar una muerte? Porque bien pudo haber ocurrido en el caso que tratamos si la ciclista cae mal y golpea su cabeza contra el cordón.
El darle un puñetazo