LA PLATA, Diciembre 12.-(Por Marisa Alvarez) Con más dudas que certezas, las fuerzas políticas bonaerenses se aprestan a cerrar un año que -antesala, como es, de otro año electoral- no les permitió consolidar armados ni definir candidatos inamovibles.
En ese marco, el oficialismo parece haber sacado alguna ventaja sobre el resto. Un par de acciones fuertes, que apuntaron a mostrar al peronismo oficialista de
Una inquietud anida, con todo, debajo de esa consolidación. A Cristina la esperan once meses de gestión hasta las elecciones y no pocos dirigentes admiten que es un tiempo lo suficientemente largo como para que acciones u omisiones de gobierno puedan modificar de manera sustancial los números que ahora muestran las encuestas. De hecho, el violento conflicto que se desató en los últimos días en el marco de un asentamiento en Villa Soldati, y las posturas asumidas por
INTERNAS Y OTRAS INCERTIDUMBRES
En
No todas las dudas y temores están, con todo, disipados en ese sector. A los hombres de Scioli les gustaría tener certeza de que no se promoverá, desde las cumbres del kirchnerismo, que haya otro candidato a gobernador en la interna del PJ, y que no se apostará a las "listas colectoras" para esa categoría en las elecciones generales. Pero no la tienen. Como no hay seguridades sobre "la libertad" con que Scioli podría elegir a su compañero de fórmula.
Completando el panorama del oficialismo, del plenario del PJ en
EN BUSCA DE CANDIDATOS
La dirigencia de
Hasta hace no tantas semanas, el sector tenía dos precandidatos presidenciales -Ricardo Alfonsín y Julio Cobos- que -al menos según las encuestas y en el criterio dominante dentro del espacio- le garantizaban, indistintamente, altas chances para el combate de fondo del 2011. Los preocupaba solamente -aunque no era poco- la carencia de un "buen postulante" para
Ahora, por imperio de aquellas mismas encuestas que marcan una mejoría inusitada de Cristina Kirchner, y con Cobos como el más perjudicado, los radicales bonaerenses contribuyen, en un clima de incertidumbre que creían superado, a alimentar la búsqueda partidaria del "tercer hombre" -tal vez Ernesto Sanz- que los reposicione en la carrera presidencial. Y continúan sin candidato a gobernador fuerte a la vista.